lunes, 22 de noviembre de 2010

Feriado

Por algún motivo que no controlo los feriados me deprimen, me sacan las ganas de todo ni leer quiero. Entonces los feriados me llevan a una profunda nada, solo me dedico a observar desde mi rincón en el comedor, desde ese rinconcito frío en el piso aún más frío veo pasar a los integrantes de mi familia, la mujer que me pario y hombre que le dio su esperma y el chico con pequeños bigotes con el que comparto lazos sanguíneos, generalmente me gusta llamarlos vieja, ernes, y pendejo; tres personas completamente desconocidas, pero más conocidas que nadie, reconocemos nuestros gestos y maniobras, pero poco de nuestras vidas actuales, creemos que sabemos todo y no sabemos nada.
Los feriados son todos iguales, grises y lluviosos, quizás con la visita de una abuela.

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